Rachid El Morabity ganó la presente edición del Maratón Des Sables. Probablemente no hayas escuchado hablar de él porque todos los focos apuntaron hacia el corredor Karim El Hayani.

Terminó las seis etapas y los 250 kilómetros del recorrido sin más protección que unas vendas. Nunca antes se había hecho algo así.

En el desierto, a más de 40ºC.

Caminó y corrió descalzo sobre arena ardiente y piedras afiladas como hojas de afeitar.

Karim El Hayani nos ha dejado lecciones de las que podemos sacar mucho jugo.

La historia de Karim en el Maratón Des Sables

Si miras la imagen inferior te harás una idea de por dónde van los tiros.

En el Maratón Des Sables todos iban protegidos hasta las cejas por las infernales condiciones del terreno. El grueso de los corredores llevaba zapatillas ultratecnológicas con siete capas de amortiguación (tipo Hoka One One) y tres placas de protección para esquivar las piedras.

Y allí se plantó Karim El Hayani sin más protección que sus pies. Terminando las seis etapas con una ampolla en el pie derecho cuando muchos corredores abandonaron y otros terminaron con los pies seriamente dañados.

Los medios de comunicación no han perdido la ocasión de lanzarse a cubrir la hazaña

Hemos visto a Karim en La Sexta. Los tertulianos que le entrevistaron no daban crédito:

• ¿Tendrás los pies en agua con sal?
• ¿De verdad no tienes cortes?
• ¿Alguna vez has probado a correr con zapatillas?

Y la historia es que no. Nuestro protagonista disfruta descalzo.

El cuerpo da más de sí de lo que imaginamos. En el pasado las zapatillas eran más parecidas a lo que Karim llevaba en los pies que a unas Hoka One One. Y estaba bien. Porque esa protección extra muchas veces juega en nuestra contra.

Es contraintuitivo. En el Marathon des Sables la mayoría de corredores terminó con los pies hechos unos zorros mientras que Karim los tenía (casi) de exposición.

Pero antes de que te lances a correr por el monte con los pinreles al aire te diré que es vital completar una fase de adaptación para evitar lesiones. Tardarás meses, en el mejor de los casos. Karim lleva toda la vida corriendo descalzo.

¿Qué nos enseña Karin El Hayani como corredores (y no corredores)?

Entre otras cosas:

1. Nos enseña que las piedras no son un problema sino un obstáculo.
2. Nos enseña que volver al origen a veces no es tan mala idea.
3. Y nos enseña que el límite está en nuestra mente.

Porque como bien dice nuestro protagonista: "lo que son problemas para mucha gente, para mí son solo obstáculos que pone la vida".

Karim El Hayani, que también corre con sandalias huaraches, es una motivación para los que empiezan a dar sus primeros pasos en el minimalismo y notan las incomodidades de las primeras fases. Y también para el resto de mortales que elegimos el descalcismo o el minimalismo para mejorar la salud y disfrutar más de cada paso.

Gracias, Karim.